El cigarro acelera el envejecimiento.

El cigarro es perjudicial para la sadud desde todo punto de vista, y uno de sus puntos perjudiciales es el daño sobre la piel, ya que está comprobado que el cigarro acelera la aparición de arrugas en las personas.
La explicación de este fenómeno se debe a que "la nicotina y el monóxido de carbono que se desprenden del cigarrillo estrechan los vasos sanguíneos en las capas más externas de la piel, reduciendo la llegada de sangre a las células. En consecuencia, la piel pierde oxígeno y nutrientes esenciales para mantenerse sana. Además, muchos de las sustancias químicas presentes en el humo del tabaco hacen que la piel pierda firmeza y elasticidad".

Todo esto produce un efecto sobre toda la piel del cuerpo, apurando el envejecimiento en los fumadores, asi que una de las formas de retrasar el envejecimiento es "dejando de fumar".